sábado, 24 de mayo de 2014

LA CREATIVIDAD.

     Tradicionalmente muchas personas piensan que la “inteligencia intelectual” es mas importante  que otros aspectos relacionado a la psiquis humana.
     Desde hace un buen tiempo se discute acerca de ello, pero hay quienes plantean que es mas relevante la inteligencia emocional, la creatividad u otros aspectos relacionadas al desarrollo del ser que el mismo coeficiente intelectual.
     En este artículo se expondrá, por medio de una anécdota real entre un profesor y un estudiante en la Universidad de Manchester a principios dle siglo XX; la importancia del ser creativos ante un mismo evento.
Ambos personajes relevantes en la historia de la humanidad por sus grandes aportes para el campo de la química y la física.

"APRENDIENDO A PENSAR DE MANERA CREATIVA"

"Sir Ernest Rutherford, presidente de la Sociedad Real Británica y premio Nobel de Química, en cierta ocasión, recibió la llamada de un colega que estaba a punto de ponerle cero a un estudiante debido a la respuesta que había dado al resolver un problema de física, a pesar de que admitía que su respuesta era correcta.
La pregunta del examen era:
“Demuestre cómo es posible determinar la altura de un edificio con la ayuda de un barómetro”.

El barómetro es un instrumento parecido al termómetro, utilizado para medir la presión atmosférica. La teoría dice, simplemente, que la diferencia de presión marcada por un barómetro en dos lugares diferentes nos proporciona la diferencia de altura entre ambos lugares. De manera que la respuesta obvia para contestar la respuesta del examen era medir la presión en el primer piso del edificio y luego medirla en la azotea, para así determinar la altura del edificio.
Sin embargo, el estudiante había respondido:
“Llevo el barómetro a la azoteo y le ato una cuerda muy larga. Lo descuelgo hasta la base del edificio, marco y mido. La longitud de la cuerda es igual a la altura del edificio”.
Realmente, el estudiante había planteado un serio problema al resolver el ejercicio, porque había respondido a la pregunta correcta y completamente. No obstante, esta respuesta no demostraba su dominio de los conceptos teóricos que el maestro quería evaluar. Sir Ernest Rutherford sugirió que se le diera al alumno otra oportunidad. Se le concedieron seis minutos para que respondiera la misma pregunta, pero esta vez con la advertencia de que, en la respuesta, debía demostrar sus conocimientos de física.
Rutherford relata: “Habían pasado cinco minutos y el estudiante no había escrito nada. Le pregunté si no sabía la respuesta, pero me contestó que tenía muchas respuestas al problema. Su dificultad era elegir la mejor de todas”.
En el minuto que le quedaba escribió la siguiente respuesta:
“Tomo el barómetro y lo lanzo al suelo desde la azotea del edificio, calculo el tiempo de caída (t) con un cronómetro. Después utilizo el tiempo de caída y la constante de aceleración para calcular la altura del edificio”.
El maestro no tuvo otra opción que darle la nota más alta a pesar de que esta respuesta tampoco ilustraba la teoría en cuestión. Al salir de la clase, Rutherford le preguntó al joven qué otras respuestas tenía. –Bueno- respondió- hay muchas maneras, por ejemplo, tomas el barómetro en un día soleado, mides su altura y la longitud de su sombra. Si medimos a continuación la longitud de la sombra del edificio y aplicamos una simple proporción, obtendremos también la altura del edificio.
También puedes tomar el barómetro y marcar en la pared su altura una y otra y otra vez hasta que llegues a la azotea. Al final multiplicas la altura del barómetro por el número de marcas que hiciste y ya tienes la altura del edificio.
Por supuesto, si lo que quiere es un procedimiento más sofisticado, puede atar el barómetro a una cuerda y moverlo como si fuera un péndulo. Si calculamos que cuando el barómetro está a la altura de la azotea la gravedad es cero y si tenemos en cuenta la medida de la aceleración de la gravedad al descender el barómetro en trayectoria circular al pasar por la perpendicular del edificio, de la diferencia de estos valores, y aplicando una sencilla fórmula trigonométrica, podríamos calcular, sin duda, la altura del edificio.
En fin –concluyó- existen muchas formas más de hacerlo. Probablemente, la mejor sea tomar el barómetro y golpear con esté la puerta de la casa del portero del edificio y cuando abra, decirle: “Señor portero, aquí tengo un bonito barómetro. Si usted me dice la altura de este edificio, se lo regalo.”
En este momento de la conversación, cuenta Rutherford, le pregunté si no conocía la respuesta convencional al problema, que consistía en medir la presión atmosférica en el punto más bajo del edificio, luego en el más alto, y calcular su altura de esta manera.
Evidentemente, el estudiante afirmó que la conocía pero que, durante sus estudios, sus profesores habían querido enseñarle a pensar creativamente y eso era lo que él quería hacer.
El estudiante se llamaba Niels Bohr, quien no sólo llegó a convertirse en físico, sino que obtuvo el premio Nobel de Física en 1922 y es más conocido por que fue el primero que propuso un modelo atómico compuesto por un núcleo con protones y neutrones, y los electrones que lo rodean. Además, fue uno de los pioneros de la teoría cuántica. Aprender a pensar creativamente y entender que puede haber cientos de soluciones para un mismo problema es un gran muestra de un desarrollo de nivel de inteligencia."


Tomado de:
Cruz, Dr. Camilo. “Los genios no nacen… ¡Se hacen!”. 3ª Edición. Editorial Taller del Éxito, Colombia, 2005. Pp. 77-80.


lunes, 19 de mayo de 2014

LA VACUNA PARA LA LEUCEMIA

Tomado del NOTITARDE.COM
Ciencia y Tecnología
19/05/2014 06:11:00 p.m.

SE HA DESCUBIERTO LA VACUNA CONTRA LA LEUCEMIA.

EEUU., 19 mayo 2014.- El caso de la fémina de 50 años de edad, viene a dar respuesta a las suposiciones que muchos médicos a escala mundial, venían realizando sobre el antídoto para atacar la enfermedad que sigue afectando a miles de personas en el mundo.
Un grupo de médicos estadounidenses logró sanar a una paciente que padecía leucemia inyectándole una vacuna contra el sarampión.
La noticia llena de emoción a los profesionales de la salud de todo el mundo, quienes han intentado por muchos años buscar un antídoto para combatir la terrible enfermedad.
La beneficiaria fue identificada como; Stacy Erholtz de 50 años de edad, quien a mediados del año 2013 se encontraba sumida en el dolor, tras quedar sin opciones de tratamiento para atacar su leucemia (cáncer en la sangre).
Su desesperación la llevó a participar en un ensayo que promueve un grupo de investigadores sin fines de lucro hace más de 150 años en la Clínica Mayo, al oeste de Estados Unidos.
Entre tanto, el investigador principal del proyecto, Stephen Russell reveló que a Erholtz le inyectaron en la sangre una vacuna contra el sarampión en una dosis lo suficientemente fuerte como para inocular a 10 millones de personas.
“Al poco tiempo de haber aplicado la inyección, el cáncer se había extendido por todo su cuerpo y casi de inmediato se convirtió en no detectable”, añadió Russell.
Subrayó que el experimento confirma las suposiciones que muchos médicos habían realizado por muchos años y que hasta la fecha no se habían comprobado en los seres humanos.
“Se trata de un hito. Hemos sabido durante mucho tiempo que podemos inyectar un virus por vía intravenosa y destruir el cáncer metastásico en ratones. Pero hasta ahora nadie ha demostrado que se puede lograr en humanos”, aseveró Russell.
A mediados de febrero del 2014, un grupo de investigadores logró dar con un tratamiento que entrena al sistema inmune de pacientes con leucemia avanzada para que este frene a las células cancerosas. Los resultados del estudio revelaron que el tratamiento podría mejorar la inmunoterapia contra el cáncer.

El Universal.

jueves, 15 de mayo de 2014

¿SABÍAS QUE EXISTEN MÁS DE CUATRO ESTADOS DE LA MATERIA? (PARTE I)

 Cualquier sustancia o elemento químico en la naturaleza, con solo modificar las condiciones de temperatura o presión, puede ser encontrado en distintas fases o estados de agregación de la materia.
                                 
Todos los estados de agregación poseen propiedades y características diferentes, los más conocidos y observables cotidianamente son cuatro: las fases sólidas, líquidas, gaseosas y plasmáticas. Otros estados son posibles, pero no se produce de forma natural en nuestro entorno por ejemplo: el condensado de Bose-Einstein, condensado fermiónico y las estrellas de neutrones; además de otros que se cree sean posibles su existencia.


Cada uno posee variadas propiedades que los caracterízan, las mas comunes son:
  • Los sólidos: Tienen forma y volumen constantes. Se caracterizan por la rigidez y regularidad de sus estructuras.
  • Los líquidos: No tienen forma fija pero sí volumen. La variabilidad de forma y el presentar unas propiedades muy específicas son características de los líquidos.
  • Los gases: No tienen forma ni volumen fijos. En ellos es muy característica la gran variación de volumen que experimentan al cambiar las condiciones de temperatura y presión.      


  • Los plasmas: Es un gas ionizado, es decir constituidos por átomos separados de algunos de sus electrones. De esta forma el plasma es un estado parecido al gas pero compuesto por aniones y cationes (iones con carga negativa y positiva, respectivamente), separados entre sí y libres, por eso es un excelente conductor. Un ejemplo muy claro es el Sol. A diferencia de los gases fríos (por ejemplo, el aire a temperatura ambiente), los plasmas conducen la electricidad y son fuertemente influidos por los campos magnéticos.                 

En una próxima publicación se dedicará un apartado exclusivo para los otros estados de agregación no muy conocidos.